Desde julio de 2015, la Federación Boliviana de Fútbol ha caído dentro de una crisis institucional, cuya historia puede encontrar su punto final este martes, a partir de las 10:00, en Santa Cruz, cuando se celebra el congreso que abordará como punto único la elección del nuevo presidente con sólo dos candidatos al cargo: César Salinas (The Strongest) y Guido Loayza (Bolívar).
Carlos Chávez (2006-2015) dejó la presidencia, porque fue acusado de malversación de fondos de la Federación y fue enviado al centro penitenciario de Palmasola, en la capital cruceña. La salud del ex dirigente de Oriente Petrolero se deterioró y su defensa consiguió sacarlo del país, con destino a Brasil, para ser sometido a un tratamiento médico.
La caída de Chávez de la silla presidencial abrió una pelea entre los dirigentes por el control de la entidad federativa. En 2015 el dirigente potosino Marco Ortega se encargó de la institución de manera interina.
La etapa de transición no llevó a la FBF a un buen sitio, amplió las diferencias y la estabilidad institución no se asomó, porque el cochabambino Rolando López asumió en enero de 2016 con un año de duración. Su mandato fue acortado por problemas judiciales relacionados con acusaciones por sus funciones como docente en la Universidad San Simón.
Marco Peredo, dirigente de Blooming, tomó el control de la Federación en reemplazo de López, y se encargó de lanzar acusaciones de corrupción, prebendas, contra dirigentes y por ocho meses la dirigencia futbolística estaba bajo la lupa de la opinión pública por el “fuego cruzado”.
Peredo renunció en agosto de 2017, Carlos Ribera (Oriente Petrolero) tomó el mando de manera interina con la misión de llevar adelante la elección, la misma que no llegó y fue suspendida hasta la fecha por observaciones sobre el proceso llevado adelante por el Comité Electoral. Representantes de la FIfa y de la Conmebol tuvieron que ejecutar una veeduría para hacer posible los comicios. Delegados de estas entidades ya se encuentran en el país para cumplir con su función y avalar la votación.
En el congreso habrá 28 congresales, 14 en representación de los clubes profesionales y dentro de la paridad las asociaciones contarán con similar cantidad de votos: nueve provenientes de las asociaciones departamentales y cinco elegidos de manera interna por la Asociación Nacional de Fútbol.
La reunión se instalará siempre y cuando se cuente con la presencia de 19 representantes (dos tercios), en la primera llamada de asistencia si no se llega a este número habrá un receso de dos horas para permitir que los demás delegados lleguen al congreso. En caso de una nueva falta de quórum se suspende la cita, quedando en un vacío legal y la Conmebol y la Fifa decidirán qué camino tomar con la Federación.
SANTA CRUZ/APG
PAA